La problemática económica Argentina y las corrientes económicas: Keynes vs Neoliberalismo. Desde el punto vista antropológico, sin tecnicismos, por el Dr Alfredo Linares

https://youtu.be/kNwTUZ4evxs?si=OtwW-f6e6B7ab0wM

Los invito a ver el video de mi relato, El Tula (el bombo mayor, primer premio a la mejor hinchada del mundo - Paris 2023 https://youtu.be/qqY8nFTggVc?si=J5Fyti3WXId5i05m

El Tula

 



                                                 El Tula
                             BOMBO MAYOR
                                     (Carlos Pascual)

             -¡Ese soldado flaco! Sí, el más alto, el de la nariz  ganchuda. ¡Sí usted recluta! ¡Un paso al frente!
            -Sí, miii...
            -¡Reclutón! ¿No le enseñaron a atarse los cordones? ¡Carrera marrr, salto de rana...!
            Fue la presentación, en el primer día de conscripción, en Córdoba,  camino a La Calera, de aquel soldado flaco, alto, algo encorvado,  lampiño, cabello enrulado castaño oscuro, tez apenas trigueña y brillante, fuerte nariz, ojos vivaces y una permanente sonrisa que iluminaba al rostro franco y bonachón. Venía, como otros muchos, de la provincia de Santa Fe; había elegido, como todos, la aventura de ser soldado paracaidista.
            En aquellos primeros meses, la instrucción intensiva de gimnasia agotadora y castigos frecuentes, duros, se hacía sin reclamos. Flotaba en el aire la ilusión del primer salto en paracaídas. El bautismo se haría desde aquel fatigado avión, un DC3 bimotor (remanente de no sé qué empresas anteriores, seguramente ingresando, por fin, al relicario de los recuerdos de muchos cientos de soldados).
            Año 1961, en el cuartel. Seguramente uno de los años más ricos de mi vida, también de los más duros. En aquel año entero, sin tregua, sin resquicios, sorprendente, sólo una figura aportaba -con su permanente sonrisa a cuestas-, algo definitivamente humano y, por añadidura, irrenunciablemente alegre.         
            Era el gran trasgresor: nunca ató sus cordones, ni prendía los botones, abandonaba el fusil, perdía las ropas. Por fin alguien daba vuelta las reglas, rompía los códigos, ignoraba lo axiomático...
            Aquello enloqueció a curtidos, estoicos y prusianos oficiales y suboficiales. Definitivamente no era un soldado de la primera compañía de infantería paracaidista. Era, sí, el habitador frecuente de los calabozos o el recluido en la carpita de campaña tendida a pleno sol, sin permiso de salida los sábados y domingos.
            -¡Soldado! ¡Venga acá!
            -Sí, mi Capitán Omega.
            -¿En su casa le enseñaron a vestirse?
            -Sí, mi Capitán.
            -Entonces no se ata los cordones por que no quiere.
            -Sí, mi Capitán
            -Dígame ¿usted eligió ser paracaidista?
            -Sí, mi Capitán.
            ¿Quiere hacer el primer salto en mayo próximo?
            -Sí, mi Capitán.
            -Pero, soldado, usted no hace mérito para pertenecer a la Escuela de Tropas...
            -Sí, mi Capitán.
            -He decidido que usted y el soldado Herasinovich sí van a hacer el primer salto en paracaídas el 12 de mayo con el resto de la compañía pero, naturalmente, deberán demostrar cambios en sus conductas. ¡Es la última oportunidad!
            -Sí, mi Capitán.
            -Puede retirarse.
            -Sí, mi Capitán.
            Hace el saludo, como de costumbre, arqueando la muñeca y la mano al estilo de los puentes romanos, con el birrete al costado, sin cinto, la camisa desprendida y los cordones en libertad. Se aleja al trote, algo desgarbado y, como siempre, sonriente.
            Aquel era, sin dudas, el mejor de los compañeros: bueno, sincero, leal “hasta el calabozo”, gaucho y generoso. Tampoco estas condiciones le hacían bien al cliché de soldado que pretendían para él: ordenado, prolijo, puntual... Una misión imposible.

            Primera formación, cinco y media de la mañana, primer lunes de septiembre. La compañía alineada, al frente y, de espaldas al norte, su jefe, el capitán Omega.
            -¡Soldado!
            -Sí, mi Capitán.
            -¡Átese los cordones y dé un paso al frente!
            -Sí, mi Capitán.
            -¡Le dije que se ate los cordones!
            -Sí, mi Capitán.
            -Soldado, usted no entiende nada. Un soldado tiene que ser como les enseñan sus superiores, esa es su única verdad desde que pisó el cuartel, verdad que nadie debe ni puede poner en dudas. Los soldados son preparados para combatir y para eso hace falta voluntad, disciplina, obediencia, espíritu de cuerpo. Usted no responde a nada de eso y, para peor, se cree que sigue en su pueblo, hace lo que le viene en ganas. ¡No sé por qué carajo tiene que estar aquí! ¿Se imagina lo que le ocurriría si, estando en combate, tuviera que buscar el fusil que olvidó en alguna parte? ¿Pensó como podría correr, para no ser alcanzado por los proyectiles, con esos largos cordones de sus botines, sueltos? ¿O lo que le pasaría si pretendiera charlar con algún enemigo de cómo  debe tomar un mate bien cebado?
            -Sí, mi Capitán.
            -¡Usted, definitivamente, es un hombre muerto y, peor que eso, un mal ejemplo! Usted no puede permanecer un día más en La Escuela! A  partir de mañana, su nueva residencia será el campo de “La Perla”, un lugar que tenemos reservado para individuos rebeldes. Allí usted tendrá la compañía de otros descarrilados o enloquecidos reclutones  y nosotros tendremos   el triste privilegio de enviar un representante de nuestra  gloriosa Escuela de Tropas Aerotransportadas a  esa mazmorra.
            -Sí, mi Capitán.
            -¡Soldado! ¡A su puesto! ¡Marrrch!
            Desde aquel día, sentimos que habíamos perdido el contacto con el mundo exterior y la brisa que entraba, sin reglas ni permisos, para regalarnos su oxígeno. Faltaba nuestro camarada bonachón, el “no soldado”, aquel desharrapado que prefería el castigo a tener que atarse los cordones.
            No obstante, periódicamente, en forma subrepticia y al atardecer, descalzo, apenas con el pantalón de gimnasia y tras una larga marcha de muchos kilómetros, aparecía montado en pelo, en un matungo sin arnés. Su equipaje: la sonrisa e interminables relatos de los últimos sucesos.
            Esas noches, a la hora de la cena, todos sentados en el suelo, con las espaldas apoyadas en la pared de la galería de la cuadra, tratando de acertar cuál era el guiso y cuál la sopa, el tema de tertulia era la visita del malhadado infante, ahora devenido en jinete de no sé qué nuevas aventuras.

            Pasaron muchos años y una tarde, después de un acto político menemista-Snopeknista en San Salvador de Jujuy, en la calle Belgrano frente a la entrada lateral de la Catedral, me crucé con mi antiguo compañero de armas en Córdoba. Venía sudoroso, desaliñado pero con los cordones bien prendidos. Portaba el bombo mayor; atrás, el resto de “bombistos”, todos fatigados.
            -Hola, Tula(1), soy Linares de  la Escue... -Quise saludarlo, pero ya no era posible, su fama política lo tenía en el  Olimpo Argentino de los Dioses. Sin embargo, todavía lucía la sonrisa de entonces...

            (1) Tula (apodo)Famoso organizador de una banda de "bombistos" que acompañaron y animaron todos los actos públicos -con sus respectivos bombos- durante los diez años del mandato presidencial de Carlos Saúl Menem; inclusive lo hizo en algunos viajes a otros  países.
                (Tula cumplió el servicio militar obligatorio en 1961, como soldado paracaidista en la entonces "Escuela de Tropas Aerotransportadas"; camino a la Calera, Córdoba. Caracterización escrita y publicada en este Blog el 17 de diciembre de 2012).

                                                        _____________

Inflación de Argentina

 

LA INFLACIÒN NO LA RESUELVEN LOS ECONOMISTAS.

ES LA FUGA DE CAPITALES LA QUE SANGRAN ARGENTINA.-




 ¡De como alimentamos al primer mundo, dueño de nuestras riquezas, sangrando a la Argentina!

 

La histórica corrupción de nuestro país, cuyos albores podemos remontar a los inaugurales gobiernos con el empréstito tomado a la Casa Baring Brothers de Londres en 1824 por Bernardino Rivadavia; cancelado 120 años después: 1947. Y desde el primer dato oficial de precios  al consumidor, en enero de 1943, el IPC (Índice de Precios al Consumidor) a la fecha, se debe examinar según la siguiente enumeración:

1)   -Para desentrañar semejante intríngulis -el de la corrupción -- inflación- debemos primero aceptar que actualmente todos participamos activa o pasivamente de semejantes lacras, las que tiene paralizado a uno de los más ricos países del planeta tierra. ¡Sangría!

 

2)   -Los que vivimos en provincias fronterizas con otros países conocemos el llamado “contrabando hormiga”: ir y venir durante todo el día y gran parte de la noche de cientos de “pasantes” cargando enormes bolsas o carritos, a la vista del Ejército, Gendarmería y la Aduana, de variados productos que colman depósitos del lado argentino y a la inversa. Debe saberse que hay otras vías del contrabando por sinnúmeros de pasos clandestinos donde discurren productos de mayor valor o porte, incluidas armas de gruesos calibres, automotores y drogas, además participan, alegremente, infinidad de embarcaciones en los ríos navegables, por vía aérea utilizando centenares de pistas clandestinas en ambos países . Estas “transacciones” son reubicadas vía camiones por atajos hasta galpones dispuestos en pequeños pueblos; finalmente  conducidos, entre otros lugares, a las famosas “ferias” que encontramos extendidas en la totalidad del territorio argentino y a la vista de TODOS: ¡SAngría!

 

 

3) -El cardinal origen: Monopolios… Oligopolios… Intermediación… Importadores… Exportadores…  Especuladores financieros… Bancos… Con la “Apertura Comercial" (libre comercio) de hecho y la consecuente generación continua de aumentos  sin parámetro alguno so pretexto de cualquier evento sin razón alguna; generando súper ganancias que luego digan (Por dar un ejemplo: la semilla “chía” se vende -en una cadena de supermercados extranjera- con una diferencia del 1.200 % con respecto al valor de exportación ¡¡!!): ¡SANgría!


Hay un porcentaje de la población, la mayoría asentados en la ciudad de Buenos Aires,   cuyos ingresos son mucho más que suficiente y en continuo aumento   como para comprar toda la “chía” que quieran; no les importa -ni se enteran- que el tomate duplica el precio de un día para el otro o que los automóviles triplican su valor en menos de dos años. ¿Quiénes son? Motivo para otro análisis).

 

4) –Seguimos con otros de los grandes responsables de la inflación vía corrupción: Exportadores agropecuarios. Recientemente se descubrió la mecánica de la fuga de granos por vía de infinidad de puertos privados en ríos navegables de  cantidades astronómicas de granos que no pasan por aduanas y cuyos fondos, naturalmente, terminan en paraísos fiscales: ¡SANGría!

 

 

5) -Subfacturación de exportaciones y sobrefacturación de importaciones, otro de los perversos mecanismos utilizados: ¡SANGRía!

 

6) –Lo más grave: la descomunal fuga de capitales: vía bancos, “visitadores bancarios”, bolsa de valores y otras organizaciones especializadas del mercado especulativo del dinero. (timba, bicicleta financiera, etc.) ¡¡Sangría!!

 

 

7) -Como resultado de este morbo: el robo, T.J.N. (Tax Justice Netxwork) posicionó en 2012 a la Argentina en el puesto número 8 en un ranking sobre los 20 países con mayor stock de fondos ilícitos depositados en paraísos fiscales en el período 1970-2010. Con US$ 399 mil millos". Hoy ocupa  el tercer lugar desde 2010 a 2021 y la cifra asciende, ahora, a más de 500 mil millones de dólares (500.000.000.000). Hoy en el primer puesto de fugadores reina Estados Unidos de América -PERO- ellos tienen en su propio territorio continental, en el estado de DELAWARE (costa del pacifico) un paraíso fiscal y otros muchos en el mundo son de igual propiedad: del 1% de la población terrenal (los dineros USA quedan en casa).   

                COLOSAL  SANGRÌA!!

 

8) -Para entender por qué todo funciona con una matriz común: la CORRUPCIÓN GENERALIZADA., se la debe juzga como CULTURAL desde el punto de la antropología y la sociología. A saber:

   “La palabra “Cultura” en el sentido usado por los antropólogos quiere decir, tanto el comportamiento y las creencias que la gente aprende y comparte con otros. Incluye tópicos como la religión, organización social y política, economía, artes, narraciones lenguaje.”

“¿Qué se entiende por cultura?”

   “Cultura se refiere al conjunto de bienes materiales y espirituales de un grupo social transmitido de generación en generación a fin de orientar las prácticas individuales y colectivas. Incluye lengua, procesos, modos de vida, costumbres, tradiciones, hábitos, valores, patrones, herramientas y conocimiento.”

 

 

   Por ejemplo y para descifrar la idea: Si en un pueblo o grupo étnico (africano por ejemplo) todos sus integrantes, mujeres y varones, usan simplemente un taparrabo, nadie se incomoda por la forma de vestir y se ven cabalmente, es una forma cultural de ataviar, se da en la totalidad de esa colectividad propia. En América Latina todos hablamos el español…

   Si superponemos el concepto a la realidad que nos ocupa en Argentina, podemos afirmar que la  corrupción y consecuente inflación se ha transformando en una forma cultural (generalizada) y naturalmente no se resuelve con ecuaciones o fórmulas esgrimidas por economistas o discursos políticos.

   ¿Cómo se estudia la cultura?

   “Los estudios culturales examinan sus materias en términos de prácticas culturales y sus relaciones con el poder. Tienen el objetivo de comprender la cultura en toda su complejidad y analizan el contexto político y social, que es el lugar donde se manifiesta la cultura.”

    La Propuesta

   ¿Tiene algún economista la llave para terminar con el más grande flagelo: la corrupción y sus consecuencias, entre ellas la permanente inflación? ¡NO! Para eso hace falta el concurso de un equipo interdisciplinario conformado, principalmente, por quienes entienden de los comportamientos humanos: antropólogos, sociólogos, psicólogos, educadores, gobernantes estadistas honestos (también economistas). Todos ellos reunidos para discutir la muy difícil tarea de terminar con la corrupción, la desmesurada fuga de capitales y su descarnada consecuencia: la inflación eterna, generadoras de nuestros males. Deberán, además, resolver: ¿Cómo retornar al país los 500.000.000.000  de dólares (quinientos mil millones) fugados y depositados en sociedades fantasmas de los paraísos fiscales; sangrando, impiadosamente, a uno de los países más ricos y también más pobre del mundo? ¿Cómo evitar que se repita este grave sinsentido?




   Para dimensionar la magnitud del robo al país con esos más de 500.000.000.000 (quinientos mil millones) de dólares, se podrían construir:  fábricas, en etapas inicial: -PYMES-  a cinco millones de dólares cada una, habrían 100.000 industrias  dando trabajo directo, con promedio de 6 dependientes cada una, a un total de 600.000 trabajadores. (1)




   El argumento, entre otros, es que la inflación se debe a la impresión de moneda nacional, Y pregunto: Si los ingresos genuinos de divisas son fugados en, al menos, un 70 %. ¿Cómo puede funcionar nuestro País sin inflación?

    !ARGENTINA EXANGÜE! 

Nota: 

   Quienes desaparecen esa enorme cantidad de riqueza (los más corruptos) no son argentinos, simplemente algunos nacieron en nuestra tierra. Su país, sus corazones, su apego pertenecen al mundo de la especulación financiera mundial; los hay extranjeros y locales  (multinacionales, bancos, consultoras, etc.). Sus querencias están en los paraísos fiscales. Ellos piensan que “el derrame” les pertenece, que la riqueza es un bien propio y hasta con un sesgo DIVINO y nada tiene que ver el lugar donde la logran: sus gentes y circunstancias que la hacen posible, pampa húmeda, yungas (ecosistema de montes y selvas de montaña), cordillera con sus riquezas minera, humedales, ríos, caminos, clima, energía, comunicación, educación primaria, secundaria, universidades y hospitales gratuitos, trabajadores, profesionales… Además evaden la necesidad de un genuino desarrollo - ineludible- con reinversión en educación  investigación, valor agregado, tecnología, innovación. De Jujuy y Salta las empresas  extranjeras pagan un 3% como "regalías" por el litio que extraen  (debiera decirse se lo regalamos) Etc. etc. etc. etc.

 

   ¡La República Argentina les resulta un lugar para la  acometida!


1) -"La diputada nacional Juliana Di Tullio pidió a la Procuraduría Adjunta de Criminalidad Económica y Lavado de Activos (Procelac) que investigue el caso de 400 grandes empresas de la Argentina que habrían fugado divisas por 5 mil millones de dólares. Argumentó que “la Argentina es el octavo país en el mundo que aporta capitales a paraísos fiscales”. Resultado: silencio absoluto.

   “La ONG Red de Justicia Fiscal (TJN, por sus siglas en inglés) publicó en 2012 un listado de los 20 países con mayor stock de fondos ilícitos depositados en paraísos fiscales en el periodo 1970-2010. La Argentina se ubicó en el octavo lugar, como afirmó Di Tullio, con US$ 399 mil millones"

   “Las élites latinoamericanas son alentadas por los bancos, principalmente estadounidenses, para enviar sus ganancias al exterior, en especial en los años 70, durante las dictaduras” mencionó en un artículo de la BBC el director de TJN, John Christensen, al explicar por qué cuatro países latinoamericanos se encuentran en el listado de las naciones que más dinero poseen en paraísos fiscales.

¡Y la historia continua!

 

 

 

   Además, el experto en regulación financiera agregó: “Instituciones como Bank of América, Goldman Sachs, JP Morgan y Citibank vienen ofreciendo este --*servicio*. FUGA DE CAPITALES. Como el gobierno de los Estados Unidos no comparte información tributaria, es muy difícil para estos países llegar a estas cuentas y cobrar impuestos a estos recursos o el retorno a nuestro país.

Nota: ¡Nadie habla -de los que deben hablar- de FUGA ESCANDALOSA  DE CAPITALES y consecuente inflación por que, sospecho, los que disponen de capitales, todos la practican!  

   Dr. Alfredo Linares.

   Publicado el 26/06/2022 en el Blog:   latinoamérica--alfredo.blogspot.com

Manual del Conspirador

 


 

 


Manual del Conspirador

El episodio que nos ocupa -a principios de los 60- es el encuentro iconoclasta de dos líderes en el arte de ascender: Héctor Tizón (1929-2012) y Alejandro Agustín Lanusse Gelly (1918-1996)

En dos países de Latinoamérica (Argentina y México) con culturas ancestrales semejantes: pueblos originarios, colonizadores, colonizados, mestizajes, idioma, religión, emancipación,  inmigraciones, etcétera, se nos revelan dos personajes: uno  abogado de profesión y escritor de  vocación (galardonado por el mismísimo Fidel Castro en "la Casa de las Américas"); el  otro coronel de caballería; nombrados agregados cultural y militar respectivamente en la  embajada Azteca entre 1958 y 1962.

El letrado logra su jerarquía diplomática con la colaboración de la familia política: fue el primer ascenso en su ajetreada vida, siendo Presidente Arturo Frondizi. Nació, "inicialmente" (1929) en un ignoto paraje ferroviario de otra Provincia, lugar de origen que fue trocado por un bello pueblito,  portal de las luchas emancipadoras: Yala. Letrado que demuestra, desde los primeros pasos, una  extraordinaria destreza en el arte de remontar.

El coronel de marras pasa, desapercibido, para la historia que voy a narrar como el máximo conspirador de la tumultuosa política. A partir del frustrado intento de asonada contribuyó eficazmente a coronar y destronar, vía golpes militares, a ocho presidentes. En el primer frustrado episodio el de 1951 con el grado de teniente  (porrazo de estado patrocinado por Benjamín Menéndez), es juzgado y condenado a cadena perpetua; no obstante, desde esa condición, permanece conspirando. Recupera la libertad -y algunos grados más- en la segunda algarada de 1955, la de septiembre. Partícipe principal de los sucesivos golpazos  marciales. 

Hay que saber que en las revueltas marciales es condición necesaria, para quien pretende la presidencia de la Nación,  ostentar el máximo grado militar: el de general  -necesario para "sujetar" a los de menor jerarquía-. En ese "trabajo" anda -después de participar en los golpes a Perón, Lonardi, Aramburu, Frondizi, Guido, Ilia, Onganía,  Levingston- (Onganía, general de caballería apodado en la jerga castrense "capicúa", sin haber aprobado la Escuela Superior de Guerra, quien pasado unos años en la presidencia  pretendió eternizar en el poder, al estilo de las monarquías europeas: en esa idea hizo aprontar una carroza  (utilizada en 1910 por la Infanta Isabel de Borbón para asistir a la Exposición de la Sociedad Rural de Palermo), equipada con cochero de galera, dos pajes de librea y cuatro caballos ataviados. En tales circunstancia, nuestro por entonces coronel Lanusse, hizo tronar las ganas de Onganía y repatrió para el reemplazo, a un general ignoto, agregado militar en la Embajada Argentina de EE.UU. y coronarlo Presidente. Ahora el novel primer mandatario de facto, sabedor de los andares y aspiraciones de su "padrino" Alejandro Agustín, lo traslada, temporalmente, a la embajada de México, donde ya ejercía el cargo de Agregado Cultural nuestro abogado y escritor. Es quien me narra la increíble historia que sigue: 

El relato tiene que ver con la curiosa metodología usada por nuestro entonces coronel, para escalar posiciones (chisme que supongo conocer yo solamente). Es el hombre de letras quien me narra, con reserva, esta historia:

Todo ocurre en la Embajada Argentina de México, cuando el agregado militar se ausenta a Buenos Aires por algunos días:  se trata del coronel Lanusse a un paso del ansiado y necesario ascenso a  General de Brigada.


¿Jácara? (Fábula)

En horas del amanecer de un domingo solitario, nuestro novelista, con el  pretexto de ordenar papeles en su despacho, deja su vivienda en Cuauhtemoc y contrata un remis para  llegar a la Embajada Argentina. Navega por su mente el deseo de encontrar algo que ronda en su florida imaginación para enriquecer sus novelas fabulosas: Arriba a destino, paga el viaje y desciende. Parado en la vereda cavila un instante, se aproxima al ingreso principal de la delegación diplomática: llave en mano gira suavemente, abre el portal lo suficiente para  meter la cabeza y certificar que todo está en calma: el custodio  duerme apoltronado. Entra, cierra con delicadeza la puerta, camina hasta el habitáculo del vigilante, cauto investiga: lo descubre sentado en un sillón de esterillas, ronca mientras abraza, agatas, un FAL con la culata gastada por el desuso crónico. Recorre el hall, luego el pasillo lateral; en tinieblas se dirige, cauteloso, a su escritorio   (deambula un territorio conocido) entra, prende la luz, en el bufete remueve papeles, corre y descorre la silla principal, camina describiendo círculos innecesarios como afirmando su presencia en territorio propio. Sale, se dirige hasta el baño donde permanece unos minutos, hace correr el agua del inodoro, acciona la canilla del lavatorio y espera: ¡sin novedad! Deja el sanitario. El silencio es total. Camina en puntillas de pie, se detiene ante la puerta de la oficina que corresponde al agregado militar: la del coronel ausente; acciona el picaporte con suavidad, la puerta se abre, entra rápido, ubica el pulsador para encender una luz, cierra la entrada, parado al medio del recinto recorre con la vista, pausado, meticuloso, el habitáculo buscando algo; se aproxima a una biblioteca atiborrada de libros muy bien alineados, inclina la cabeza para leer los lomos, descubre uno, le llama la atención, el más "consumido" que anuncia estrategias, lo abre y hojea buscando no sabe qué, cierra y lo retorna a su lugar. Su mirada sigue indagando aquel mundo militarizado. Se aproxima al escritorio con la mesada vacía de papeles, la rodea hasta arribar al sillón, se sienta, continúa observando desde esa posición todo. Finalmente se anima, mira detenidamente tres cajones a cada costado del pupitre; con pudor descorre una de las gavetas, en su interior una cartuchera de pistola, es de cuero crudo y está vacía, al fondo dos cargadores repletos, cierra el compartimiento; abre el segundo y aparecen, deslumbrantes, un conjunto de galardones con cintas de colores, en el tercero se destaca una pila de pliegos oficiales: decretos con abundantes sellos y firmas diversas. Clausura la inspección en la hilera derecha y levanta la mirada, las paredes divulgan fotografías enmarcadas de paradas militares presididas por el militar en una progresión sucesiva de años y  con los respectivos grados, estos anunciados por charreteras con  sus correspondientes estrellas. Gira el asiento, detiene la vista en el pequeño mástil de madera lustrada con pica de metal que sujeta la bandera nacional; al medio de la pared un gran cuadro ecuestre del General San Martín. Detiene el recorrido visual y se relaja en la poltrona pensativo. De pronto sacude su conciencia el lugar y la hora en que se encuentra y decide completar la inspección. Ahora dirige su curiosidad en los cajones de la izquierda: descorre el primero, divisa una cantidad importante de tarjetas personales bien alineadas,  agrupadas por abecedario, lo cierra; desciende al segundo, allí descansa lo inesperado: una pila de papeles manuscritos con tintas de colores. Levanta la primera hoja, está escrita con caligrafía prolija,  sucesivamente se entera de cartas personales, otras referidas a protagonistas del ejército  clasificadas por Unidades con datos militares. Agotados los manuscritos y en lo más profundo de la gaveta revela, azorado, un sobre con un título intrigante que anuncia: "PERSONAL". ¡Por fin algo prometedor! Ante el hallazgo la curiosidad se agudiza, el corazón acelera sus latidos, la frente delata  gotas de transpiración, intuye algo inaudito, toma el sobre, lo examina lentamente por sus dos caras ¡Está abierto! Ingresa ceremonioso extrae dos hojas, las desdobla y extiende sobre el pupitre: son manuscritas en tintas negra y roja. Título: "Coroneles seleccionados para el próximo ascenso al generalato". En la primera línea se revela, en letras mayúsculas de imprenta, nombres y apellido, grado y rama castrense, luego de un guion aparece el de una mujer, entre paréntesis la condición que los articula y al final la unidad del ejército a la que está destinado. Concluye cada línea, encerrados en círculos, un número en progresión, ordenados de arriba abajo. En la siguiente hoja aparecen los números anteriores y a continuación una adjetivación (de una sola palabra o de varias) todas se denotan indignas, degradantes y concluyentes para la condición castrense; así hasta completar el listado.

 Por ejemplos:

(1):… (2):… (3):… etc.  Con epítetos descalificarte, suficientes para no ser ascendido.

 Eran aquellas anotaciones los dato "non santos" dedicados a cada uno de los camaradas coroneles aspirantes al generalato próximo, y competidores a la hora de la calificación para la promoción.

Con los años, aquella estrategia plasmada en las dos hojas manuscritas y coloridas, coronada con adjetivos definitivamente "indignos" para los estándares marciales, y dedicados a cada posible competidor, resultó plenamente eficaz. El coronel de la embajada logró el ascenso, no solo a  General de Brigada, luego a los de División y Teniente General como Jefe del Ejército; ante final de su carrera político-militar, plagada de astucias y golpes de estados. Fue, además, el único poseedor del secreto del lugar donde fuera  enterrada en el exterior del país Eva Duarte de Perón.  (Embalsamada por el Dr. Pedro Ara -discípulo español del que hizo igual labor con el cuerpo de  Lenin-. Luego en Argentina como profesor de anatomía en el Hospital Clínicas de Córdoba). Secreto  y entrega en "Puerta de Hierro" de Evita, que negoció con el General Perón. 

Se trató del secreto mejor guardado. Escondida con el nombre ficticio de María Maggi de Magistris, en una tumba del Cementerio Mayor de Milán. Fue la moneda de cambio para su aspiración final.-

 

Nuestro personaje culminó su "carrera" llegando a ser: 

¡¡Presidente de la República!!




Arcano II

 

 


 

        Los tres filtros

                  (Sócrates)

Te quiero, pero no te quiero; ¿quiso?

y los álamos sacudieron su espesura.

Tres veces doblaron las sonajas,

tres veces se oyó el no te quiero.

 

Dos años y otros tiempos tropezaron.


No te quiero no te quiero no te quiero,

redoblan afonías, vértices caprichosos.

No te quiero, pero te quiero ¿quiso?


La quebrada y la casa encantada silencian,

que no vaya, para siempre, quien aprende.

Una ronda de plantas recuerda su nombre.

 

Te quiero, pero no te quiero, 3 veces sellas.

No te quiero, pero te quiero, 3 veces callas.

¿Te quise, pero no te quiero? Señero. Arcano.


Los tres filtros de Sócrates:  

"Si lo que deseas decirme no es cierto, ni bueno e incluso no es útil, ¿Para que querría saberlo?"

                     La verdad.

                    La bondad.

                    La utilidad.


25 de julio.

Arcanos

 

Arcanos

(Secretos, ocultos)

 

Diviso pájaros que indagan,

revelan respiros y esencias,

tramitan hálitos y los sueños.

 

Es la lluvia que discierne:

mis follajes y tus espigas.

 

Incitantes latidos del pecho;

ojos brunos, alegres, listos,

invocan demandas y arrestos.

Manos inquietas, quiméricas

ruedan ardientes, averiguan.

 

Se abren como las flores

y sus pétalos y sus soles.

Son néctares categóricos:

en dos mundos, un oasis.

 

Remontemos enredados

esos pájaros en el viento,

y mis risas y tus cantos.

Avatares: Rosas. Varela. Lavalle

 

Doña Ifigenia

 

La Casona.

I

 

A finales de la década de 1940 la calle Lavalle al 200 entre Belgrano y San Martin en la ciudad de San Salvador de Jujuy, ofrecía casas antiguas venidas algunas de la mismísima colonia. Una de ellas edificada en el siglo XVII, ostentaba paredes gruesas de adobes, jadeantes puertas y rejas forjadas con la fragua y el martillo, al igual que las bisagras y cerraduras; atrancaban por lo alto un enjambre de troncos trabajados con azuelas, caña y torta de barro, finalmente, en hechura posterior, fue rematado con tejas chunqueras. Aquel ícono histórico fue modificado parcialmente a fines de 1930 y demolido sin piedad por los “inversores inmobiliarios” hijos de los últimos migrantes asiáticos; ahora convertido el caserón en un extenso galpón que luce un frente de vidrieras con una multitud de zapatos izquierdos. Aquella cuadra es la que yo recorría varias veces en una jornada, por los mandados de mi madre al almacén.

 

Asesinato de Lavalle.

II

 

          En la vereda de enfrente, todavía en pie, queda la casa donde fue asesinado Juan Galo Lavalle, de cuya muerte desfilan diversas versiones; una de ellas corrió de boca en boca hasta nuestros días. Se trata de lo que vio doña Ifigenia Eguren de Blas vecina en la vereda de enfrente: (calle Lavalle 275 actualmente): contó esta señora que al salir de la primera misa de la Iglesia de San Francisco, muy temprano, advirtió un revuelo en la residencia del Dr. Bedoya, abogado boliviano por entonces ausente, ocupada sin permiso  la casa desde el día anterior por el General unitario en su retirada final luego de la última derrota y según dijeron acompañado por una hermosa salteña. La señora de la misa, esposa del comerciante español Don Pascual Blas (con su almacén en la esquina próxima de calle Belgrano, quien había provisto la tarde anterior de los alimentos destinados a los oficiales que acompañaban a Juan Galo) se aproximó al lugar y luego de algunos titubeos, ingreso a la morada, allí vio en la galería que rodea el primer patio y en la esquina más próxima a la entrada, al general con su camisola blanco ensangrentada y una herida en el cuello, había salido del dormitorio que está a la derecha luego de la entrada y se dirigía al baño ubicado al fondo del patio (desaparecida la letrina del  pozo ciego y el rincón del agua, ahora   transmutado para recibir turistas), cuando un ex soldado, conocedor de los pasos de Lavalle y la paga ofrecida por su  cabeza, entreabrió la puerta principal esperando el paso del General, llegado el momento disparó en forma certera con un arcabuz al verlo pasar. Cuenta la historiografía que el asesino cobro el rescate que ofrecieron y termino también él muriendo tempranamente en un despacho de bebidas en la Ciudad de Salta.

 

 

                                               La divisa federal.

                                                              III

 

          Se despertó muy temprano con el primer llamado a misa de las campanas franciscanas.  La criada ayuda a vestirse a Doña …… va superponiendo desde lo más profundo de su anatomía, un culote elástico una camisola rematada en puños bordados, vestido invernal marrón tenebroso que la cubre hasta los tobillos, un saco negro de lana tejido a mano y un manto purificador  a partir de la cabeza, medias sostenidas con ligas por arriba de las rodillas y zapatos negros abotinados que la ayudante logra calzar con dificultad y ajustar con cordones de difícil tramado. Partió muy temprano desde su casa, a media cuadra de la viejo Iglesia San Francisco, de “La Muy Leal y Constante Ciudad de San Salvador de Jujuy”. En la entrada principal algunas personas detenidas delante de un mesa improvisada con un cuaderno, tintero y pluma, una caja cerrada, detrás del escritorio dos soldados federales con cintas y una caja de madera cerrada. La señora se detiene por un instante y luego trata de ingresar a la Iglesia, otro federal se lo impide y le recuerda: “Debe pasar por la mesa”; sorprendida por la novel disposición cumple el mandato, frente al tablero descubre a otro uniformados y le informa:

-El señor de la puerta me manda aquí, dice que no llkevo el moño.

-¿A ver señora?

-¿Qué pasa? No entiendo lo del moño.

-¡No se puso el moño, señora!

¿Qué moño?

¿No sabe usted que en los lugares públicos tiene que ponerse el moño?

-No, no estoy al tanto.   

-¡Me permite…? -Y uno de los apostados abre una caja y extrae un penacho.

-Siéntese. Uno de ellos hace caer una gota de cola de carpintero que extrae de un pote de vidrio sobre el tul que cubre la cabeza de Ifigenia, el compañero adhiere, allí, el moño rojo punzo.

-Y esto ¿Por qué es?

-Por orden del Restaurador a partir del mes pasado. Es la divisa Federal que tienen que llevar todos. (1)

 

 

        Felipe Varela Vino

IV

 

Contaba Julio Argentino Linares, que en una de las retiradas de Don Felipe Varela, llegado a San Salvador de Jujuy con su tropa y bien informado por algún “colaborador”, se dirigió a la casa, desocupada pocas horas antes, de Don Pascual Blas (2), el propietario del almacén de ramos generales de la esquina; entró a caballo (ahora calle Lavalle 275) hasta el segundo patio, el del parral, sin desmontar a la izquierda del ingreso entre el portal y la reja de la habitación, desenvaino la espada y de un certero sablazo degolló a la imagen hueca de San Antonio apostada contra la pared del patio: un impresionante retintín se disparó sobre el piso de lajas lo que puso en alerta a los oficiales que lo acompañan: El suelo quedo poblado de monedas de plata. (¿Alcancía del adinerado Don Pascual?).

-¡Recojan todo! –Fue la orden final del Jefe…   

 

                                    ____________________

 

 

 

(1)- “Por otra parte, el propio: Tomás de Anchorena no dejó desde su casa, de seguir influyendo en Rosas. El decreto imponiendo el uso de la divisa federal el 3 de febrero de 1832, fue consultado previamente por carta de Rosas a Tomas de Anchorena -2 de enero- y aprobado por éste, quien agregó además algunos detalles.”

“apogeo y ocaso de los Anchorena” Juan José Sebreli. Pág. 172. Editorial “Siglo Veinte”.